Alcoholismo
El alcoholismo (o dependencia alcohólica) es uno de
los principales motivos de consulta de salud mental, y se caracteriza por un
consumo excesivo de alcohol durante un tiempo prolongado, que supone
dependencia del mismo.
Se considera un grave perjuicio para la salud, que
aumenta el riesgo de muerte como consecuencia de enfermedades en el hígado,
cáncer, depresión, accidentes, etc.
Sin embargo, muchos alcohólicos no reconocen su
problema y, por tanto, nunca buscan ayuda para resolverlo, mientras que en
otros casos la verdadera razón por la que solicitan asistencia (el abuso del
alcohol) aparece enmascarada por los efectos del alcoholismo sobre el estado
físico y psicológico del paciente, que a esas alturas de la adicción ya resultan
evidentes.
El tratamiento del alcoholismo requiere de una
intervención multidisciplinar de diversos profesionales que atiendan los
aspectos físicos y psíquicos de la dependencia, así como las diversas
patologías asociadas.
Consecuencias
del alcoholismo
Podemos clasificar las
consecuencias del alcoholismo por sus efectos:
- Físicos: cáncer, enfermedades en el hígado, cefaleas, diabetes, gastritis, problemas cardiovasculares, insomnio, pancreatitis, apoplejía (es decir, un infarto o una hemorragia cerebral), deficiencias nutricionales, degeneración cerebral, disfunción eréctil...
- Psicológicos: depresión, ansiedad, ira, celotipia (imposibilidad de controlar los celos), epilepsia, psicosis, síndrome de Korsakoff, demencia alcohólica...
- Sociales: desestructuración familiar, problemas laborales, problemas económicos, accidentes, maltrato…
Diagnóstico del alcoholismo
Las primeras manifestaciones del alcoholismo son las respuestas físicas
que aparecen durante la abstinencia (temblores, sudoración, dolor de cabeza,
náuseas, ansiedad o aumento de la frecuencia cardiaca y de la presión
sanguínea). Estos síntomas se acompañan por un fuerte deseo de consumir más
alcohol. Sin embargo, no es frecuente que un alcohólico reconozca en un primer
momento que tiene un problema con el alcohol. Este hecho dificulta enormemente
el diagnóstico médico, mientras que el alcohólico continúa bebiendo y
desarrollando una mayor tolerancia al alcohol.
La evaluación psicológica será fundamental, junto al diagnóstico médico
de los síntomas mencionados, para valorar el grado y el patrón de consumo de
alcohol del paciente (uso, abuso, dependencia). El médico interrogará al
paciente, o a un familiar en caso de que el afectado no quiera o no pueda
responder a las preguntas, sobre sus hábitos en relación al consumo de alcohol.
También se realiza un examen físico, y pruebas para detectar los problemas
físicos o patologías que haya podido desarrollar a consecuencia del abuso de
alcohol.